Mi momento en el mundo.

jueves, 19 de abril de 2012

Noche oscura




 No me gusta conducir en la noche, las luces enceguecen mis gastados ojos, mis anteojos me hacen ver destellos multicolores que por instantes, me dejan en el medio de la nada, sin rumbo, sin mañana. Tampoco me gusta que en el volante, otro tome mi lugar, el temor endurece mis piernas inventando unos pedales con los que no puedo frenar.
    La ruta está oscura, su negrura y el silencio hace que a los ojos les cueste mirar el camino de curvas y contra curvas, las blancas líneas con taquitos fosforescentes que marcan el centro me hipnotizan, desvío la mirada a la línea larga sin cortes que marca la banquina inexistente. Bajo la ventanilla intentando inútilmente que la fresca brisa, aleje de mí el sueño, sueño blanco que le llaman, aprieto con más fuerza el acelerador, quiero llegar al pueblo pequeño donde vivo,  a lo lejos puedo divisar las luces del iluminado Campo Santo. Puedo  distinguir los mausoleos antiguos donde reposan los huesos de los antiguos habitantes, las cruces que tenebrosas asoman por los tapiales lúgubres.
    Viene a la imaginación una espectral noche de brujas, en la que algún ánima en pena con sus carnes podridas descolgadas en jirones se me atravesará de repente, imagino el chirrido de los frenos, con el olor nauseabundo de la muerte que me lleva a volcar y caer por el precipicio dando tumbos y más tumbos, con su cara pegada al parabrisas, riendo con una boca de pocos dientes, y los pocos dientes negros y afilados. Ríe y ríe con una risa sarcástica, endemoniadamente aterradora.
    Llego a la curva, la última curva de mi ruta, suspiro profundamente aliviada, porque nada pasó como lo imaginaba,  puedo ver el  surtidor de combustible y doblo a la izquierda, llego a mi casa donde podré cerrar mis rojizos ojos  cansados de escudriñar la oscuridad.
 Mañana…mañana será otro día…

martes, 17 de abril de 2012

Oigo...escucho


Oigo un susurro que dice ¿Me ves?
Digo despacio, estás a mi lado
amalgamada en el niño que soy
en mi derecho que afirma revés.

Dictas  sentencia a mi letra cansina
Vuelas sensible elevándote al cielo
Bajas al fondo de un alma divina
aligerando  tú vuelo al infierno.

Posas tu frente en rosal con espinas
para saber como duele el dolor
de mariposas que liban cetrinas
la maravilla que emana su olor.

Puedo escuchar tu murmullo que grita:
¡mírame estoy en el llanto del niño
me encontrarás en el hambre que habita
donde se esconde a morir el cariño!.

Puede escuchar mi sordera inminente
como es que ruge el volcán prepotente
como la noche desgrana y presiente
que son mis alas heridas de muerte.

viernes, 13 de abril de 2012

Carita sucia

Carita sucia, ojos picarones
espera en esa esquina mientras mira
el mira y suspirando se imagina
que es el quien sale con un helado 
con su mamá de la mano.
Ciegos, ellos caminan por su lado
El estómago ruge
corre a abrirles la puerta de aquel auto
Una seña, no toques,  sal de aquí
ve en los gestos,    cabeza gacha vuelve
 sus manitas vacías
las uñitas tan negras como su vida
El estómago ruge
Alguien dio una moneda
mira, piensa, aprieta su estómago.
guardará su limosna para la madre
comprará con sus pesos lo que será
elixir en la mesa
 pobre
 sin mantel
sonreirán sus hermanos
por un trozo de pan
yo soy grande pensó con sus cinco añitos.
Suerte tiene el bebé
toma leche de mamá.
El estómago ruge
los ojitos le bailan, con deseos de jugar.
Su mirada es pan de azúcar
que se agriará con el tiempo
cansado de soñar.

miércoles, 11 de abril de 2012

Donde nace la poesía


Más allá del arbitrio del silencio
Más allá del abismo de palabras.
Más allá del disfraz de los lamentos
Más allá de esa letra descolgada.

Dónde puede esconder una emoción
Donde siempre le embarga la esperanza
Donde tiene alegría un corazón
Donde el cielo ameriza en lontananza.

El oriente que Apolo lo ilumina
La salvaje visión de la pasión
Con la miel del amor que no termina
abanico melódico en canción

Tras un marco de estrellas a la luna
Por un niño asomado en el balcón
Por el mar escondido de la duna
por un beso robado en un rincón

En auroras bañadas de rocío
En la vida con rosas, con espinas
En la lengua curvada de algún río
El mendigo que vaga en las esquinas

Es la sangre que ahoga con la guerra
en su océano rojo por el llanto
por los hijos perdidos de la tierra
y que cubre su amor con negro manto.

Ahí encuentra la mística del verso
 las más dulces, sabrosas ambrosías
escondidas tras  luz del universo
impecables estrofas, las poesías.