Mi momento en el mundo.

miércoles, 28 de agosto de 2013

sábado, 24 de agosto de 2013

"Trabajar sin descanso...

Adelantemos el trabajo este Domingo- dijo él
Sí lo vamos a adelantar- contestó ella, casi como un suspiro.
En la mente de la mujer, para sí misma, la contestación fue –Sí adelantemos el viaje a la tumba,
no respiremos el aire puro de la campiña ni en Domingo, que no nos pegue el aire en el rostro para sentirnos vivos, sigamos respirando el aire viciado, día tras día. Hagamos segundo a segundo que los pensamientos y las conversaciones sean sobre lo que hay que conseguir, lo que hay que pagar. Sí, adelantemos el viaje,  tal vez, el último domicilio, sea el único en el que pueda disfrutar la tierra, porque ese lugar nunca puede ser peor que este. Tal vez en mi morada, pueda ver como los rosales se alimentan de mí y hasta quizás pueda sentir el aroma de las flores, desde otra dimensión el descanso puede llegar. Sí, adelantemos el trabajo, hagamos de él nuestro seol, para que llegue más pronto la muerte,  hace tiempo que la conozco, su nombre es “lucha sin futuro”-.
   Él no escuchó su respuesta dicha casi en un susurro, volvió a sugerir –Adelantemos este Domingo el trabajo-
-Sí, adelantemos la tumba- contestó ella
-¿Qué dijiste?-
-Nada, nada, estaba distraída en otra cosa -se excusó la mujer- sí, sí, adelantemos el trabajo.



jueves, 15 de agosto de 2013

El conductor

Fuego emanan sus visores,
trasuntan la tormenta acontecida.
Las fauces apretadas
ahogan el grito exasperado.
Las manos expelen el sudor histérico,
asiendo el manillar por la ruta atestada.
Rutina que el tiempo torna insoportable.
Suben y bajan del bus los sin rostro, 
gruñen por el atraso,
acusan si se adelanta.
Desazón del todos contra todos,
con el desquite malévolo, odioso y cruel,
porque no hallan escape
del mundo que avasalla al jornalero
premiando al zángano.
Las gotas de arena tardan en caer,
la jornada se hace larga,
el hogar lejano,
morada con un antes y un después.
Después, alguien siempre espera…

lunes, 12 de agosto de 2013

MIS HIJOS

Nueve lunas de esperanza
de ilusión y de alegría,
acariciando la panza
en donde los escondía.

Y los vi por vez primera
indefensos, ¡tan pequeños!
con ojos  verde pradera,
perfectos, como en mis sueños.

Los quise con egoísmo
del que no les hace daños,
 fui cayendo al abismo,
al del paso de los años.

Sin darme cuenta siquiera
que se hicieron bellos seres,
 las joyas de mi alhajera,
la lana de mis tejeres.

Hoy ya me tocan  los nietos
el alma y el corazón.
Cuando me abrazan inquietos
se me cae la armazón

Armazón que fue cubriendo,
el dolor de ver de lejos,
mis hijos que van viviendo
lo que vivieron sus viejos.


jueves, 8 de agosto de 2013

Las letras.


Unidas,
como cuentas de collar se encadenan.
Levantan vuelo, por los recónditos
pasajes del corazón.
Son libres
en el intricado camino de la vida,
como la luz, como el aire,
para entrelazarse soltando amarras
en el ritmo melodioso de un verso.
Entran en la noche
a hurtadillas,
logrando el insomnio de mil noches.
Llaman en la puerta del desvelo
con insolencia,
para correr por el níveo folio
como torrentera,
cincelando el alma
de una poesía.

sábado, 3 de agosto de 2013

Reflejo



Los surcos en mi rostro, que es añejo,
no muestran lo que tengo aquí, en  mi alma,
aunque pesen las marcas en mi palma,
ese  es solo del cuerpo, el reflejo.

Este paso del tiempo todo ensalma,
no me deja mirar en el espejo
porque miente al mostrar ese bosquejo
cubierto de arrugada y vieja talma.

El otoño me llega en primavera,
con espíritu lleno de fragancias
que me inunda de vida, más real.

Dejando mi vejez en la trinchera
hoy me invita a vivir con nuevas ansias,
y darle una batalla  muy leal.

 No es  figura ideal
la que muestra ese vidrio tan lustroso,
desde adentro, el espíritu es brioso.

jueves, 1 de agosto de 2013

La inocencia






Candor perdido entre las cenizas,
de lluvia, de vicio y muerte,
enredada en el aire sucio
de una bolsa irrespirable.
Yace sin compañías
en  cementerios de escombros,
donde inerte esta tapada
sin niñez y sin recuerdos.
Absorta en un mundo errante
de delirios y de angustias
entre preñez y entre aborto,
le han quitado la vida
de difícil renacer.
Blanca noche, noche negra,
 día  de oscuro final,
con la sonrisa teñida
de una mueca sin edad.